No sólo los humanos necesitan minerales para el correcto y sano funcionamiento de su organismo

También un gran grupo de animales, la mayor parte herbívoros, tiene que suplementar su dieta con aportes de sales minerales que no obtiene de su alimentación habitual. Y es que la biodisponibilidad de estos micronutrientes y electrolitos en la materia vegetal es muy escasa, con lo que instintivamente muchos animales buscan su aporte en la misma tierra que pisan o en salegares naturales o artificiales.

 

Un salegar natural (o también saladar, o salobral) es un terreno salobre, generalmente arcilloso y que puede estar inundado o no, donde se acumulan depósitos de sales y otros minerales, y en el cual muchos de estos animales pueden ir a lamer, beber e ingerir los nutrientes minerales esenciales. Muchos los visitan con regularidad para consumir directamente la arcilla que los contiene. Los salegares también pueden ser artificiales, tales que las marismas salineras o los terrenos donde los ganaderos proporcionan bloques de sales que colocan en los pastos para consumo del ganado doméstico, o también, los comederos para la fauna silvestre (generalmente con fines cinegéticos o de protección). Los salegares naturales son comunes y proporcionan los biometales (sodio –Na-, magnesio –Mg-, calcio –Ca-, hierro –Fe-, fósforo –P-, zinc –Zn-, potasio –K- y otros oligoelementos) requeridos para una gran cantidad de funciones orgánicas en los animales que van desde el crecimiento de huesos y músculos, al correcto funcionamiento del metabolismo celular.

 

Entre los muchísimos animales que se sienten atraídos por los salegares se encuentran los ganados bovino, ovino, porcino y caballar, ungulados salvajes terrestres (ciervos, alces, antílopes, jirafas, jabalíes, cabras montesas, tapires…), elefantes, marmotas, ardillas,  puerco espines, e incluso algunos zorros, murciélagos y aves (p.ej. loros). Estos salegares atraen a los animales a kilómetros de distancia para ingerir los nutrientes necesarios suplementarios y son especialmente importantes en los ecosistemas con una pobre disponibilidad general de nutrientes. Se piensa que cierta fauna puede detectar el calcio presente en los salegares naturales, aunque también parece que algunos animales requieren los minerales en estas localizaciones no para la nutrición, sino para evitar los efectos de compuestos secundarios de los que disponen las plantas para protegerse de los herbívoros. Aparte de los minerales descritos anteriormente, también muchos estudios han identificado usos y beneficios nutricionales de otros micronutrientes que se encuentran en los salegares incluyendo selenio (Se), cobalto (Co) y molibdeno (Mo). Muchos de los animales antes citados también consumen minerales del propio suelo o de las rocas (geofagia), que no necesariamente son considerados salegares, para obtener los minerales esenciales que requieren.